
Mi nombre es Antonio Manuel Sollero y soy la persona que da vida a Sol Rojo.
Me formé en Realización Audiovisual y actualmente estudio Educación Social. Durante estos años, he visto de cerca cómo muchas asociaciones, colectivos y organizaciones sociales hacen un trabajo valioso que, por falta de medios, se queda sin el reconocimiento o la visibilidad que merece. Sus historias, las de sus usuarios y las de quienes trabajan día a día con ellos, a menudo se pierden o no se cuentan con la sensibilidad que necesitan.
Sol Rojo nace como una forma de unir mis dos caminos: el lenguaje audiovisual y el compromiso social. Creo que en el día a día aún nos falta mucho por ver, por conocer y por entender. Si queremos avanzar como sociedad, necesitamos mirar con más atención las realidades de los demás, no desde el juicio, sino desde la empatía.
Para mí, el vídeo es una herramienta poderosa, creativa y emocionante. Me permite experimentar, jugar con las formas y buscar siempre nuevas maneras de comunicar. No me limito a un solo estilo: combino técnicas, ideas y miradas para que cada historia encuentre su mejor forma de ser contada.
Quiero que quien vea uno de mis vídeos sienta algo real. Que se deje atrapar por la imagen, por la emoción y por el mensaje. Porque cuando eso ocurre, el audiovisual deja de ser solo un medio: se convierte en un puente hacia el otro.